Malmousque
En el centro de Marsella, Malmousque es un pueblo del 7º distrito que contiene numerosos tesoros de la antigua Marsella. Nos gusta perdernos en el laberinto de sus callejones con nombres tan evocadores como " Traverse de la Fausse Monnaie ", o la " Rue va à la Calanque ". Todos estos son pequeños y tortuosos y todos parecen conducir de una manera o de otra a una pequeña cala o a un pequeño puerto pesquero. El distrito es tan tranquilo que tiene un centro de descanso de la Legión Extranjera. Así como los Baños Militares, un complejo costero reservado para los militares y sus familias. A lo largo de la costa de Malmoque, no faltan tesoros escondidos.
Sea la vista del magnífico archipiélago de Endoume, la isla Degaby o la degustación en dos de los restaurantes más prestigiosos de Marsella para descubrir las especialidades locales. El agua es muy clara, lejos de las "cuencas" que pueden ser Les Catalans, La Pointe Rouge o Le Prophète y más aún si se tiene en cuenta que se está a tiro de piedra del centro de la ciudad. La zona es muy frecuentada por los residentes. No es raro que los más asiduos se apoderen de un trozo de roca que a veces llegan a habilitar para instalar sombrillas y cañas de pescar. Nadar en Malmousque no sólo es la garantía de un buen día en el mar, sino también una inmersión en la pintoresca Marsella de antaño.
Llamado así porque está situado bajo el restaurante del mismo nombre, que es también uno de los más famosos de Marsella, Le Petit Nice es un lugar de encuentro para los habituales que se reúnen en este lugar durante todo el año.
Sí, incluso se puede nadar en el Petit Nice en invierno... En los meses de turismo, todo el mundo busca un pedazo de piedra para ponerse. La falta de espacio favorece una cierta proximidad que nunca es insoportable debido al relieve accidentado de las rocas. Aunque el acceso al mar no es difícil, no es recomendable para los niños y los ancianos. Las rocas pueden ser muy resbaladizas y/o afiladas.
En la península de Malmousque, a la derecha del Petit Nice, hay una cala protegida con una pequeña playa de guijarros accesible por escaleras. Sin embargo, en los meses de verano, sentarse en este pequeño arroyo es una verdadera proeza. La playa de la Fausse Monnaie, situada junto al pequeño puerto del mismo nombre, es una pequeña cala con pocas rocas. Una buena alternativa si el espacio alrededor no está disponible.