Marsella: una auténtica estación balnearia
Cómo evocar Marsella, Francia sin hablar del mar y de los días de sol en un agua tan azul como el cielo mediterráneo. Marsella no es una ciudad de playa como otros destinos de la Costa Azul.
Lo que la hace famosa son sus calanques y todos los rincones que sólo conocen los marselleses y que están abiertos a los visitantes que aceptan la idea de probar nuevos caminos. Al final, entre las playas de arena y las rocas, hay suficiente para ir a nadar en una de las 15 playas públicas bajo vigilancia.
¿Dónde poner mi sombrilla?
La costa de Marsella se extiende de sur a norte, alternando playas de arena, grava o rocosas.
Al sur, el famoso macizo de las Calanques con sus tesoros como Morgiou, Sormiou, Sugiton... Por no hablar del encantador parque costero del Prado con sus 2 kilómetros de playas. El centro de la ciudad no se queda atrás y propone perderse en el laberinto de sus callejones para encontrar a veces una pequeña cala aislada hacia Endoume, o ver una playa de arena en el centro de la ciudad con les Catalans. El norte industrial es menos apto para nadar, pero también ofrece pequeños tesoros en la zona de l'Estaque.